El papel de las redes sociales ha sido determinante en el momento de compartir información muchas veces censurada por los medios de comunicación oficial. Sin embargo, ante la actual situación de pandemia, las mismas han tomado un giro muy diferente; y en una proporción cada vez mayor, han ocultado, vetado y censurado gran cantidad de información de valor a la que debería tener acceso libremente la población.
Las redes sociales se han encargado de censurar toda opinión disidente de las narrativas de la OMS, políticos y agentes globales. A nivel mundial se ha comenzado a denunciar a millones de personas se les ha violado el derecho a expresarse libremente con la excusa de la alerta sanitaria, así como en el ámbito político (ej: elecciones de EEUU de 2020).
Surgimiento y actuación de las BigTech
Si bien las redes sociales surgieron a finales de los años 90 como una manera de conectarse con personas de diferentes partes del mundo y con una intención de esparcimiento a través de internet, poco a poco los usuarios comenzaron a utilizarlas con fines informativos y para compartir noticias y acontecimientos importantes en tiempo real.
De la mano de algunos jóvenes comenzaron a surgir diferentes plataformas que finalmente terminarían perteneciendo a un reducido grupo de empresas de poder. El crecimiento de las redes sociales fue tal, que hoy por hoy dominan el intercambio de información y censuran a discreción lo que consideran contrario a lo que sus propietarios apoyan.
Facebook fue una de las redes de mayor impacto y su crecimiento acelerado hizo incrementar su valor. El poder alcanzado por este, ha hecho a su propietario convertirse en el único dueño de plataformas como WhatsApp e Instagram, las cuales a pesar de la sección 230, y lo que está implica, siguen ahora una línea editorial de censura, e incluso evitan que los usuarios compartan información a través de sus dispositivos.
Algo parecido sucedió con YouTube. Esta plataforma creada de manera independiente, es ahora propiedad de Google, y de igual forma se ha dedicado a censurar y eliminar todo aquel contenido que sea contrario a las órdenes que reciben, llegando incluso a eliminar cuentas de usuarios coartando su derecho a la libre expresión.
En manos de las BigTech reposa hoy por hoy el control de las comunicaciones y el poder de censurar todo aquello que no consideren conveniente.
Sección 230 y la prerrogativa a las plataformas digitales
Con la evolución de la internet en Estados Unidos, surgieron dos casos de interés legal con relación a la publicación de contenido en las plataformas digitales. En uno de estos casos, la empresa Compuserve fue demandada por difamación, ya que el denunciante alegaba que en este portal se había publicado información sensible que le era perjudicial.
El juez que atendió el caso desestimó el mismo al considerar que el portal no había modificado el contenido publicado.
Un segundo caso llamó la atención de la justicia norteamericana, cuando se demandó al portal web Prodigy. En este portal se ejercía la censura activa a las publicaciones de sus afiliados. Por esta razón uno de sus usuarios interpuso una demanda y el juez dictaminó a su favor, ya que la plataforma digital ejercía control editorial sobre los contenidos.
El vacío legal en el que se encontraban las plataformas digitales, trajo como consecuencia la incorporación de la sección 230.
La sección 230 es un aparte de la ley de telecomunicaciones de los Estados Unidos que fue incluida en la ley en 1996. En esta se establece que “Ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo será tratado como el editor o portavoz de cualquier información proporcionada por otro proveedor de contenido de información”
Significando esto que las plataformas digitales no se hacen responsables penalmente por la información difundida a través de éstas. En todo caso, al momento de ejercer alguna acción legal, el usuario que ha realizado la publicación es la responsable ante la ley del material difundido.
No se establecen responsabilidades legales a las plataformas digitales, quienes solamente funcionan como pantalla del material publicado por terceros. La sección 230 surgió con el espíritu de respetar la libertad de expresión; sin embargo, cuenta con algunas restricciones como son la ley de propiedad intelectual, ley de comunicaciones electrónicas de privacidad como videos con derechos de autor y aquellas que violen alguna ley penal federal. Como publicación de pornografía infantil o trata de personas.
Aunque pueda parecer increíble, los mismos que controlan los medios de comunicación oficial en el mundo, deciden lo que debes ver y te ocultan información importante; son los mismos que controlan las redes sociales y censuran tu opinión violentando tu derecho a la libre expresión, libertad de pensamiento y de acción.
Los principales accionistas de los principales medios de comunicación social, son los mismos dueños de las redes sociales que te obligan a callar.
Controlan los medios de comunicación, lo que puedes ver y escuchar
Te invitamos a ver quienes controlan los medios:
Walt Disney CO, Warner,CBS, Netflix
Controlan las redes sociales, lo que puedes decir, comentar, expresar
Vanguard Group, BlackRock, Fidelity y State Street (SSgA Funds Management, Inc.) Son las grandes corporaciones que te manejan.
La censura en las redes sociales se hizo más evidente a mediados y finales del año 2020; cuando, ante las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, el presidente Donald Trump fue censurado mientras expresaba abiertamente todo lo que estaba sucediendo en su país. Junto a la censura hacia el presidente Trump, fueron eliminadas las cuentas de millones de personas que mantenían actividades políticas, las cuales son contrarias a las creencias o ideologías de los principales accionistas de Facebook y Twitter. Redes sociales en las cuales se avanzó de manera grotesca con la censura.
Sin embargo, antes de la censura política que se realizó, ya a mediados del 2020 y ante la acción de un grupo de médicos enfocados en brindar solución ante la pandemia, silenciaron sistemáticamente a cualquier grupo de difusión que se creara para ofrecer ayuda e información sobre el uso de la ivermectina, el dióxido de cloro o la hidroxicloroquina. Tratamientos de comprobada eficacia para detener el Covid-19.
Si bien en un momento las redes sociales permitieron mostrar al mundo lo que acontecía en diversos lugares y que era censurado en los medios oficiales, en los últimos años estas han sido blanco de críticas debido a que han comenzado a ser jueces y verdugos de la libertad de expresión.
Especialmente durante el último año y a raíz de la pandemia de covid-19, las redes sociales han actuado bajo el mandato de la OMS, llegando a censurar y bloquear usuarios por compartir diversos remedios naturales para tratamiento del covid-19, por compartir información controvertida o por simplemente nombrar la pandemia de forma abierta. Miles de usuarios alrededor del mundo han manifestado haber sido víctimas de censura y de haber sido bloqueados por compartir información que las redes consideran “sensible”
La OMS quien desde un principio negó información sobre este nuevo virus, en voz de su Director se victimizó y alertó sobre lo que se denominó desinfodemia, adelantándose de esta manera a que solo debía ser escuchada la versión de la OMS sobre el virus, sus síntomas y las medidas que se debían tomar. ¿El objetivo? Lograr callar a cualquier voz disidente o que cuestionara su accionar.
Tedros ordena la censura en la internet y a su vez agradece el financiamiento recibido por parte gobiernos y fundaciones como la de Bill y Melinda Gates para controlar lo que se publica en la web. Así mismo solicita mayores aportes económicos para avanzar en la censura y filtrar lo que no debe salir en las redes sociales.
Pero la OMS no fue la única en escandalizarse por la proliferación de información que se quería descartar sin la más mínima investigación. Se comenzaron a alzar las voces de diferentes expertos: virólogos, epidemiólogos y expertos en manejo de pandemias, que discrepaban de las medidas impuestas por la OMS. Ante las declaraciones frecuentes de estos especialistas, salió a la defensa del discurso “oficial” el secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres quien declaró: “Nuestro enemigo también es el creciente aumento de la desinformación”
Por su parte la UNESCO publicó un documento sobre los esfuerzos para detener la desinformación llamado “Periodismo, libertad de prensa y COVID-19«, en el mismo alaba la labor de las llamadas Bigtech, las grandes empresas que dominan las redes sociales.
En este documento se pueden observar, las grandes inversiones que realizaron estas empresas a periodistas y ONG llamadas verificadores de datos, para que eliminaran cualquier información contraria a la estipulada.
Censura de YouTube
La OMS declaró la pandemia por el coronavirus el 11 de marzo de 2020, sin embargo la gigante de los videos YouTube, viene censurando a sus usuarios desde febrero 2020, un mes antes de comenzar la crisis mundial. Solo hasta el mes de marzo de 2021, esta plataforma llevaba más de 800.000 videos eliminados, según las declaraciones de la portavoz de Google Elena Hernández.
YouTube decidió eliminar todo video que se considere engañoso y potencialmente peligroso y que vaya en contra de las disposiciones sanitarias locales o impartidas por la OMS. La plataforma censura los videos mediante un sistema bastante complejo donde utiliza inteligencia artificial para que ciertos videos sean marcados y revisados por un elemento humano que decide si se publica o se elimina.
Pero la censura en YouTube no es algo nuevo; ya un año antes de la pandemia en febrero de 2019, esta plataforma eliminó la monetización y la publicidad a los llamados videos antivacunas. Sin que la OMS haya dado ningún tipo de directriz y sin haber existido aún ninguna pandemia; un año antes, YouTube ya evitaba la libre expresión de aquellos que transmitían información sobre los efectos adversos de las vacunas…
YouTube desarrolló lo que llaman políticas sobre desinformación médica acerca del Covid-19. Estas son una serie de directrices en las que se prohíbe la publicación de contenido que contradiga a la OMS en cuanto al tratamiento, diagnóstico, prevención, transmisión, directrices sobre distanciamiento social y aislamiento.
En sus políticas sobre desinformación, YouTube hace referencia directa a dos medicamentos con estudios científicos que han demostrado ser efectivos contra el covid-19. Sin embargo, esta información también es eliminada de la plataforma.
Se evita de forma descarada y abierta que las personas puedan acceder a información libre que les permita conocer que existen medicamentos oficiales con suficiente aval académico y científico, así como también terapias alternativas que logran la recuperación absoluta de los pacientes. La campaña de miedo sostenido y el acorralamiento a la población hacía ver la vacuna como la única opción, es la meta.
Censura en Facebook y WhatsApp
En algunos países, Facebook, Twitter y WhatsApp llegaron a convertirse en la única manera de dar a conocer al momento los acontecimientos que los medios oficiales censuraban por no seguir lineamientos oficiales de sus gobiernos. Esto se sostuvo al declararse la pandemia de Covid-19. Los medios de comunicación mundiales dominados por un grupo de intereses económicos, implantaron una dictadura comunicacional donde solo se podía divulgar la información dictada por la OMS.
La censura llegó a las redes sociales y Facebook no fue la excepción, en Abril de 2020 anunciaba la implementación de verificadores de información. Estos “verificadores” determinan si lo compartido por sus usuarios es “información falsa”, y de ser subida la información, colocan un aviso de “noticia falsa” seguida de enlaces que redirigen a los usuarios que puedan interactuar con lo publicado a la información de la OMS.
En Facebook se han eliminado grupos públicos y privados que han formado usuarios con la finalidad de ayudarse mutuamente sin ningún interés económico. Estos grupos representaban ayuda real al manejo de la enfermedad con medicamentos de diferente índole, oficiales y alternativos para que las personas recuperaran la salud.
Si los verificadores de Facebook “Factcheck” consideran la información como potencialmente peligrosa puede ser invisibilizada (no se puede compartir) o eliminada de la plataforma.
Lo mismo sucede actualmente con WhatsApp, plataforma que pertenece a Facebook y que ha comenzado a implementar una fuerte censura, llegando incluso a evitar que sus usuarios compartan a través de sus estados vídeos con información sobre protestas que se llevan a cabo contra la imposición de la vacunación obligatoria.
La censura en las redes sociales avanza de una manera cada vez más marcada, una de las intenciones es llevar a las personas a aceptar ser inoculadas con una sustancia EXPERIMENTAL; sin importar los prejuicios que esta pueda causar a corto, mediano o largo plazo en la población mundial.
