EL YOGA COMO PRÁCTICA Y FILOSOFÍA

El yoga es una práctica que tiene unas cuantas décadas en occidente, y que a su vez ha revolucionado las disciplinas de cuidado personal. Precisamente las ha revolucionado porque no solo fomenta el bienestar físico, sino que cuenta con unas raíces sólidas y ancestrales desde su núcleo: la espiritualidad oriental.

Se dice que esta práctica se remonta a miles de años; incluso antes de la existencia de Cristo. Desde sus inicios, ha sido una disciplina físico-mental-espiritual que nos exige mucho más que tener flexibilidad corporal y entrar en estado de meditación.

A continuación, podremos aclarar el origen de esta práctica milenaria y cuáles son los principales caminos para alcanzar el estado de Yoga, así como también expondremos los tintes de la contemporaneidad de su ejercicio.

¿QUÉ ES EL YOGA?

Yoga

Yoga, en sanscrito, significa “unión”. Unión del ser terrenal con el ser etérico. Unión de la naturaleza instintiva con la naturaleza espiritual. Y unión de la consciencia individual con la Gran Consciencia.

Cultivar el estado de Yoga será construir un puente con la presencia superior de nosotros mismos. No dejarnos llevar como borregos por las pasiones, por lo efímero y por la impermanencia que caracteriza al mundo material, sino dejarnos guiar por aquel estado en el que estamos penetrados por una consciencia superior que goza de cualidades eternas.

Partimos aclarando que el Yoga es un estado del ser. No solo consiste en realizar posturas físicas que nos exigen disposición, flexibilidad y buen estado físico. Este ha sido uno de los mitos que habrá que derribar en Occidente.

El Yoga no es una secuencia de ejercicios para ser más flexibles, para ser más musculosos o para gozar de mayor resistencia corporal. El buen estado físico es solo una consecuencia de la disciplina y el fuego espiritual que sostiene la práctica diaria de sus devotos.

Como dijimos anteriormente, es un estado del ser que puede ser cultivado para la liberación de la existencia, para tener una asimilación asertiva de la vida y sus experiencias, y para mantener la purificación del cuerpo, la mente y el espíritu. De esta manera, podemos alcanzar el equilibrio y el estado de unión con la naturaleza divina del ser humano, así como también estaremos en la vía de cultivar una comprensión adecuada del mundo interior y exterior.

Este camino espiritual no solo comprenderá la práctica de las posturas físicas, sino que incluirá un bagaje de ejercicios que van desde los preceptos morales y/o éticos, hasta la atención sostenida que tiene como consecuencia el aprovechamiento de la energía concentrada para fines sublimes. Contrariamente a lo que se nos vende, el yoga está más dirigido hacia la mente que hacia el cuerpo físico, aunque comprende que el cuerpo físico es un canal y se habita desde ese propósito.

EL YOGA COMO UNA DE LAS DOCTRINAS DEL HINDUISMO

Dios Shiva y sus consortes

Sobre el amplio bagaje de la religión hinduista, se desprenden seis doctrinas ortodoxas para tener una comunión con su panteón de dioses. El Yoga es una de estas doctrinas y fue divulgada por el escritor indio Patanjali.

Sin embargo, su completud permite que sea desprendida del carácter puramente religioso para convertirse en una disciplina físico-mental-espiritual que aporta bienestar a la vida de cualquier ser humano.

En este punto, podemos reconocer que practicar yoga no necesariamente comprende lo religioso, pero sí tendremos que tomar en cuenta su desprendimiento del imaginario del Hinduismo y habrá fuertes influencias de la filosofía vital de esta religión. Sobre todo observaremos el panteón de dioses de la India en los textos sagrados; estos tienen el papel de transmitir el camino del Yoga esclareciendo cómo se relaciona con la creación del mundo y con la cosmogonía hindú que señala un plano eterno de la consciencia y un plano ilusorio donde los seres humanos habitamos: Maia.

LOS TEXTOS SAGRADOS QUE SUSTENTAN EL YOGA

Yoga Sutras de Patanjali

Si nos inmiscuimos en esta disciplina milenaria, nos daremos cuenta de que la práctica está sustentada por textos sagrados del hinduismo y la filosofía oriental. Estos textos no solo pronuncian la palabra Yoga, sino que van definiendo y aclarando el panorama de sus objetivos para todos los practicantes.

Los Yogis y Yoginis se moverán hacia este conocimiento para orientar sus actitudes, la naturaleza de sus prácticas espirituales, y sobre todo, para tener luz sobre los objetivos reales de un Yogi y/o Yogin. Y será necesario este discernimiento desde sus textos base, porque la práctica podría ser tergiversada y el practicante se perdería en las razones de su búsqueda espiritual.

Por esta razón, también será importante contar con la guía de un maestro que supervise la práctica y los objetivos primigenios de sus devotos. Con la guía de un maestro, el estudio de los textos sagrados y la determinación de la práctica cotidiana (en cualquiera de los senderos para alcanzar el estado de Yoga) se garantizarán que los pasos del practicante sean sólidos y guiados hacia un objetivo real.

Hemos tomado en cuenta la importancia que tiene para el practicante reconocer cuáles son las bases filosóficas y auténticas de esta disciplina, así que hemos escogido los cinco principales textos sagrados que sustentan la práctica del Yoga: El Yoga Sutras de Patanjali, el Bhagavad Guita (como parte de los Upanishads y el poema épico Mahabaratha), el Hatha Yoga Pradipika, el Samkhya Kharika y Geranta Samhika.

Yoga Sutras de Patanjali

A pesar de ser un texto corto que contiene 106 aforismos con una precisión arrolladora, es el texto más consultado por los practicantes de Raya Yoga y/o Ashtanga Yoga. Sus aforismos se enhebran como un Yapa Mala (collar de rezo devocional) teje sus cuentas. Este texto nos lleva a comprender la esencia de la práctica y aporta claridad a los objetivos de la misma. En él no solo se condensan los ocho miembros, sino que se explica la naturaleza de la mente y cuáles son los beneficios que aporta la disciplina del Yoga.

Bhagavad Guita

Este texto no solo representa uno de los cánones de la filosofía hindú, sino que es considerado como uno de los clásicos religiosos más importantes del mundo. Mediante una conversación de Krishna y Arjuna (dioses de la religión hinduista), se revela la opulencia divina del carácter de Dios. Muchas veces se le traduce como “El canto del señor”; debido a que una encarnación de Dios en la tierra esclarece la esencia de la divinidad, y cómo los practicantes espirituales pueden reconocer su naturaleza eterna para no divagar en la impermanencia del mundo ilusorio. No tiene un autor reconocido, así como la mayoría de los textos sagrados de la India.

Hatha Yoga Pradipika

El Hatha Yoga Pradipika es uno de los manuales más antiguos del Hatha Yoga. Su título se podría traducir como “La lámpara que ilumina el Yoga de la persistencia”, esto como referencia al carácter denso y pesado del cuerpo humano, y su ejercicio para tener una maestría sobre él. Escrito en sánscrito por Suami Suatmarama, nos relata las partes del cuerpo con las que se relaciona la práctica de Yoga. Es un tratado de posturas, respiración, canales energéticos, ruedas energéticas y otros temas que debe tomar en consideración el practicante de Hatha Yoga para que su práctica trascienda lo físico.

Samkhya Karika

Samkhya es una corriente filosófica que se originó en el siglo IV después de Cristo en el mundo oriental y su tratado se publicó en esa época para expresar una visión plural del mundo, contrastando así con la visión unitaria que existía hasta entonces. En este texto se expresan los términos Prakriti (naturaleza mundana y material) y Purusha (naturaleza espiritual) como una explicación de la existencia misma y la naturaleza del mundo físico y energético.

Es importante comprender que desde este escrito se desprende toda la filosofía vital de la práctica del Yoga como es la creación del mundo, las características de la esencia espiritual (Purusha) y el mundo material (Prakriti), y finalmente, cómo se estructura el mundo material a partir de los elementos que representan la realidad (Gunas). Es un tratado profundamente intelectual y filosófico para esclarecer la consciencia de lo que somos, acercándonos cada vez más al núcleo divino que reside en nuestro interior.

Gheranda Samhita

Escrito por un sabio del que se desconoce información, este tratado en forma de diálogo con su discípulo, forma parte de los textos fundamentales del Hatha Yoga. El Gheranda Samhita, es uno de los conocimientos más contemporáneos, su publicación se realizó en el sigo XVII después de Cristo. La traducción que se le ha dado es “Colección de Geranda” y se le considera como el texto más enciclopédico del Hatha Yoga. Si hay algo interesante en este texto, es que señala un camino poco diferente al que describe Patanjali en sus Yoga Sutras para alcanzar el estado de Samadhi (último paso al alcanzar el estado de Yoga).

EL PROTAGONISMO DE PATANJALI

Escultura de Patanjali

Para los practicantes del “Yoga de los Reyes”, la presencia y supremacía de los Yoga Sutras de Patanjali es indiscutible. Este compendio de aforismos direccionados a esclarecer el origen, la práctica y los pasos del Raya Yoga, ha hecho que muchos comentadores amplíen el carácter esencial de los aforismos para el mejor entendimiento de los practicantes de Yoga a nivel mundial.

Se dice que Patanjali encarnó dos siglos antes de Cristo, aunque no hay datos específicos de su temporalidad según los expertos de la cultura india. También comentan que fue hijo de grandes devotos y adoptó el camino del Yoga durante toda su vida, dejando huella en la tierra con sus contundentes aforismos.

El Ashtanga Yoga (o Yoga de los Ocho Miembros) se fortaleció con sus enseñanzas sobre la práctica, aunque había una primera aparición de la palabra Yoga en el Bhagavad Guita. Muchos practicantes tienen devoción hacia la figura de Patanjali, mientras otros lo consideran como un canal del conocimiento superior. Este texto ha iluminado el transitar de los grandes yogis que han existido en la humanidad.

LOS CUATRO SENDEROS PARA ALCANZAR EL ESTADO DE YOGA

Varanasi, India

Para alcanzar el estado de Yoga, los sabios han identificado cuatro caminos que se pueden transitar. Uno no es más importante que el otro, así que cada practicante podrá llegar a este estado de consciencia de manera diferente pero teniendo el mismo fin: la unión de todos sus cuerpos y la consciencia de su ser unida con la consciencia de Dios.

Estos caminos tienen unas pautas determinadas para conectarnos con la divinidad y gozar de su carácter eterno. Llevándonos a encontrar el sentido a través de su transitar. A continuación, te explicaremos la esencia de cada camino hacia el estado de Yoga:

RAYA YOGA

El primer camino para alcanzar el estado de Yoga será el “Yoga de los Reyes”, conocido en sánscrito como Raya Yoga (actualmente se le conoce también como Ashtanga Yoga). Es el Yoga más practicado entre los occidentales, aunque muchos solo tendrán una práctica de asana, pranayama y meditación sin profundizar en los demás estadios de este sendero del auto-conocimiento.

Esta aclaración es importante porque el Raya Yoga consta de ocho pasos para alcanzar el estado de Yoga. Primero tendrán lugar los preceptos éticos, luego incluiremos las posturas físicas y el control de la respiración, y desde este estadio, trascendemos hacia la capacidad de abstraer nuestros sentidos y tener una máxima concentración. Finalmente, alcanzando el estado de meditación nos acercamos a una comprensión total del objeto.

Estos ocho pasos se practican con disciplina y entrega hacia el objetivo final. Es un sendero que nos señala la purificación del ser y cómo lograr la maestría en el arte de dar dirección a nuestra energía mental para tener una comprensión clara, evitando así el sufrimiento causado por la comprensión defectuosa. Los grandes maestros de Yoga han mencionado que el cumplimiento de este sendero a cabalidad es para todos, pero no para los perezosos.

BHAKTI YOGA

El segundo camino se caracterizará por cultivar una devoción llameante y amorosa hacia la divinidad. Este es conocido como el “Yoga del amor” y en sánscrito su nombre es Bhakti Yoga. Los practicantes de este camino tienen un férreo deseo por fundirse con la divinidad para vencer los velos ilusorios de Maia (carácter ilusorio del mundo terrenal para los orientales). Si algo tiene Maia, es esa capacidad de hacernos sentir la separación, el sufrimiento de las oscilaciones y el descontento con la impermanencia de la realidad.

Entre sus prácticas, están los rituales dedicados a la divinidad, el canto de mantras  y una vida dedicada a la unión con Dios. El anhelo es que el alma personal repose en el alma universal. Hay que destacar que este camino no es visto por varios críticos como un camino fundamental del Yoga, pero muchos Bhaktis (practicantes del Bhakti Yoga) están enraizados en su creencia de que es un camino válido para llegar el estado de Yoga.

GÑAÑA YOGA

El tercer camino es llamado Gñaña Yoga o “Yoga del Conocimiento. En este sendero, sus practicantes dedican gran parte de la vida al estudio de los textos sagrados de la filosofía del Yoga. A través del conocimiento, alcanzan la liberación por medio de la comprensión adecuada del mundo y la naturaleza personal.

Es también llamado el Yoga de los Sabios porque al volcar toda la devoción en estudiar los textos sagrados, se convierten en verdaderos eruditos de este camino espiritual. Pueden llegar a guiar a otros a través de su ejemplo y palabras llenas de sabiduría, así como ellos eligieron ser iluminados por las huellas de los practicantes que los antecedieron.

El practicante del Gñaña Yoga tiene plena consciencia de la unión que tiene la consciencia personal con la consciencia universal. Por esta razón, hacen críticas a los practicantes Bhaktis porque su anhelo es unirse a la naturaleza divina con su práctica del amor devocional. Ellos no se sienten diferentes al gran alma y se ocupan de comprender la consciencia de Dios cada vez más para despertar esas cualidades en sí mismos.

KARMA YOGA

El cuarto camino es llamado Karma Yoga o el Yoga de la Acción. Su objetivo es la acción desinteresada, que también podría reconocerse como la actitud de servicio. Los que transitan este sendero reconocen el servicio como una parte fundamental de su acercamiento a la naturaleza divina. En la acción concentrada por la propia acción, más no por su recompensa, encuentran una manera de mantenerse enfocados practicando “una forma pura de estar en el mundo”.

Es importante destacar que la acción va dirigida a la divinidad. En cada forma de actuar, se invoca la energía de Dios y hay un gran deseo en acumular buen karma para mantener un ciclo de encarnaciones como yogi o devoto de la Gran Consciencia. También se tiene plena consciencia de la acción-reacción, y partiendo de esta consecuencia de las leyes naturales, deciden ver la acción misma como un canal de redención para plantar semillas desde la pureza de su pensamiento.

EL PAPEL DEL PROFESOR EN LA PRÁCTICA DE YOGA

B.K.S. Iyengar

Para los adeptos del Yoga, la presencia de un profesor experimentado que pueda transmitir la práctica de manera limpia, precisa y asertiva es de gran importancia para ser guiado en el sendero del practicante.

No solo será fundamental para el ajuste de la postura correcta, sino para esclarecer las dudas que surgen en la práctica diaria, así como también encontrar la mirada compasiva ante un momento de frustración.

Bajo la guía del profesor, encontraremos motivación para comprender cada tránsito del proceso, y a partir del respeto y la admiración, contar con un referente que nos permita inspirarnos para continuar con el camino escogido.

 EL YOGA CONTEMPORÁNEO EN OCCIDENTE

El Yoga se ha convertido en una de las prácticas más aclamadas a nivel mundial. Ya no solo tiene presencia en Oriente; desde la década de los 60 la cultura occidental ha adoptado sus enseñanzas para ofrecer bienestar holístico a cualquiera que tenga apertura a su cosmogonía y técnicas de salud.

Vemos cómo hay profesores autorizados por Gurús, así como profesorados de 500 horas para los entusiastas de la práctica que quieran transmitir su conocimiento de manera certificada. También hay instructores que realizan vídeos virales para practicantes principiantes, intermedios y avanzados; algunos explican detalladamente alguna técnica de respiración para equilibrar el sistema nervioso y otros más osados van construyendo su propio concepto sobre la práctica tradicional añadiendo nuevos ejercicios.

Por otro lado, también se escucharán juicios que subestiman esta disciplina como un ejercicio físico con naturaleza pasiva y otros ridiculizarán los objetivos ancestrales de la práctica como el “Yoga Beer” (práctica de Yoga con cerveza) para el consumo satírico de este camino espiritual. Muchos han confundido, a su vez, la práctica de Yoga con el Método Pilates, así como los afiliados a un gimnasio practicarán Yoga como una clase de estiramiento, fortaleza corporal y canto del om para iniciar y cerrar el encuentro.

Tendremos muchas ofertas sobre esta práctica, y precisamente, el objetivo de este artículo es que tengas la información adecuada sobre sus bases filosóficas para que puedas tomar una decisión acertada. Lo cierto es que la contemporaneidad está llena de opciones, pero hay mucha neblina sobre la esencia de esta arcaica disciplina del ser.

CORRIENTES DEL HATHA YOGA O YOGA FÍSICO

Yoga

En la actualidad, el extracto de la filosofía yóguica que predomina en Occidente es el Hatha Yoga. Será común observar que cada día, desde esta corriente, se desprenderán nuevos estilos y conceptos para afrontar la práctica.

Se ha demostrado la maestría de gurús contemporáneos frente a la enseñanza tradicional porque han encontrado nuevos enfoques a la práctica física como B.K.S Iyengar y su aclamada línea Iyengar (que invita, sobre todo, a una correcta alineación de la postura), Yogi Bhajan guiando la energía serpenteante del Kundalini Yoga, la creación del Hot Yoga como una sesión de sudoración excesiva para purificar el organismo y la nueva corriente llamada Yin Yoga que se caracterizará por ser una práctica mucho más pasiva, creativa y guiada por los principios de la energía femenina.

En estas podemos apreciar cómo se mantienen las bases filosóficas del Yoga, pero incluyendo en la práctica un concepto específico de la misma filosofía o un sendero espiritual diferente. En el Yin Yoga, por ejemplo, está marcada la influencia del Tao; filosofía oriental que no está ligada del todo al hinduismo.

EL DISCERNIMIENTO COMO GUÍA

El discernimiento personal será el mejor guía en la práctica del Yoga. Esta es una filosofía que no nos obliga a creer sus preceptos ni su cosmogonía. Tampoco nos obligará a tener una práctica asidua si nuestro objetivo no es armonioso con esa recomendación.

El Yoga es adaptable y es abierto para todo aquel que quiera disfrutar de los beneficios que ofrece la práctica. Lo más importante de esta disciplina es que siguiendo sus pasos, nuestro cuerpo-mente y espíritu serán guiados hacia la purificación y la dirección de la energía mental. Por consecuencia, tendremos una percepción mucho más clara sobre nuestra naturaleza y la naturaleza de todo lo que nos rodea, incluyendo la naturaleza de lo divino.

Y a esto nos invita. A que reine el equilibrio en nuestra existencia, y sobre todo, a que las oscilaciones de la vida no derrumben la gema espiritual que habita en nosotros. Habrá crisis, cambios, transiciones, momentos eufóricos, apegos hacia nuestros seres queridos, pasiones que nos sacudirán, pero el Yoga es aquella disciplina que entrenará la capacidad de enfocar el poder de nuestra mente para mantenernos de pie ante cualquier experiencia desestabilizadora. Encontrando este balance, contaremos con herramientas valiosas para poder afrontar los altibajos de nuestra condición humana.

Si un profesor quiere imponerte su verdad o si alguien quiere convencerte de sus creencias como una sentencia incuestionable, recurre a los textos sagrados y observa por ti mismo qué es real. A partir de allí, solo necesitarás fe para entregarte voluntariamente al camino de la purificación, de la percepción clara y de la estabilidad del ser.

Habrá que mantener una relación basada en el respeto con nuestro profesor, así mismo cultivar una relación de profunda fe hacia la figura del Gurú o Maestro. Tendrá que existir la disposición para observarnos en la cotidianidad y comprender de qué está hecha nuestra mente. Pero sobre todo, será recomendable que primero actúe nuestro discernimiento.

Lo importante será saber que para comenzar a utilizar este superpoder humano, tendremos que abrir el camino para que este discernimiento sea limpio, claro y libre de comprensiones defectuosas que impidan nuestra asertividad para vivir. Por esta razón existe el Yoga.