La alquimia es un método taoísta usado por la Medicina Tradicional China para recuperar la salud. A diferencia de la alquimia occidental, en la que se pretende convertir los metales ordinarios en oro, en la alquimia interior taoísta se busca transformar la estructura fisiológica orgánica.
Alquimia interior y alquimia exterior: definiendo el territorio
Existen dos formas de alquimia: la interior y la exterior. Aunque estos dos métodos son diferentes, el alquimista antiguo por lo general abordaba el proceso de transformación por medio de ambos procedimientos. Sin embargo en la dinastía Tang (618-960 d.C.) estos dos enfoques alquímicos se separan. En la actualidad se practica sobre todo la alquimia interior.
La alquimia exterior
En la alquimia exterior se usan minerales y plantas con el fin de elaborar la píldora dorada (o el elixir divino), que le sirve al alquimista para, luego de tomarlos, convertirse en inmortal.
De este modo el alquimista exterior se dedica al reconocimiento, catalogación y recolección de hierbas y minerales que sirvan a su arte. También se hace especialista en la fabricación y uso de hornos, calderas y fuelles.
La alquimia interior
En la alquimia interior, en cambio, los elementos que se necesitan para la obra se encuentran dentro del alquimista mismo. De hecho, dentro del organismo se hallan las sustancias que se destilan, purifican y transforman.
Fundamentos de la alquimia interior
Esta alquimia se conoce también como la vía de la transformación. A partir de los vapores del Yin y Yang, el alquimista chino utiliza el fuego y el agua internos para convertirlos en sol y luna, íntimos que lo impulsan a alcanzar la unión con el Tao. Y este objetivo último del proceso, es pues alcanzar la fusión con el Tao, hacerse inmortal.
La indiferenciación en la no forma
Una de las ideas fundamentales de la alquimia, es la que propone que en el principio éramos uno con el Tao. En efecto, al estar en unión primordial con la fuente, no estábamos sujetos ni al nacimiento ni a la muerte, ni al crecimiento ni al deterioro.
En este estado de indiferenciación no existe la forma, esto es, no hay cuerpo, ni mente ni emociones.
Diferenciación
Al unirse las energías masculina y femenina provenientes del Tao, que orgánicamente reciben el nombre de óvulo y espermatozoide, se forma el feto. Este paso evolutivo sugiere un primer alejamiento, una ruptura con el Tao. Sin embargo, por el hecho de no haber tenido contacto aún con lo externo, la energía del embrión es pura y no se ha separado.
Crecimiento y desarrollo
Cuando el feto termina de desarrollarse sale del cuerpo de la madre. En este momento ya se ha separado completamente del Tao: posee un cuerpo independiente. Al contactar por primera vez con el mundo exterior, su energía se divide en: energía esencial o generativa (Jing), energía vital (Qi) y energía espiritual (Shen). En este mismo momento el cuerpo y la mente comienzan a separarse entre sí.
Disipación energética
A través del crecimiento del humano, que va transitando las diferentes edades, su energía se va disipando. El Jing se disipa con el mal uso de la sexualidad, el Qi se pierde con los excesos emocionales, y el Shen se agota con la hiperactividad mental.
Ignorancia fundamental
Esta idea se fundamenta en la certeza que tiene el alquimista con respecto a la verdad de que las personas comunes no saben que la disipación energética es la causa de la enfermedad, la vejez y la muerte.
Toma de conciencia
La alquimia interior postula que el proceso de transformación comienza con la toma de conciencia, de que la disipación de energía es la causa de los problemas orgánicos y emocionales de las personas. Y en efecto, el alquimista es alguien que se ha dado cuenta de este proceso degenerativo, y en consecuencia, emprende el proceso inverso. Es decir, el de recobrar y transformar la energía que recibió antes de nacer.
Longevidad es igual a salud
Otra idea fundamental de la alquimia es que la longevidad implica recobrar la salud y parar el proceso de envejecimiento.
La longevidad es el camino a la inmortalidad
Esta idea es muy importante comprenderla en el marco de la doctrina de la alquimia interior taoísta. Y de hecho, para el alquimista la inmortalidad no es vivir indefinidamente en este plano terrenal, sino retornar al estado de unidad original e indiferenciado en que se vivía antes de nacer: el Tao. Así, la longevidad es un medio que nos permite prepararnos para este viaje de regreso.
Relación simbólica de la alquimia interna
En la alquimia interior se usa un lenguaje simbólico y cifrado para referirse a los pasos del trabajo que realiza el alquimista. Estos están relacionados generalmente con el uso de los artefactos de la alquimia externa, como horno, fuelle, caldero, etc.
Los Tres Tesoros
Los Tres Tesoros son las tres energías con las que llegamos al mundo: generativa, vital y espiritual (ya hablamos de ellas anteriormente). Son verdaderos tesoros; puesto que, forman la base de la salud y la longevidad. Si disipamos estas fuerzas enfermaremos. En cambio, si las ponemos a circular y cuidamos, tendremos salud y vida larga.
Los tres fogones o calderos
Existen unos centros de energía en el cuerpo humano en los que la alquimia realiza su trabajo. Estos reciben el nombre de fogones, calderos, o tan-t’iens.
El caldero inferior está ubicado a la altura del ombligo. Es aquí en donde se almacena, templa y refina la energía esencial para convertirse en aliento o energía vital.
El caldero medio se ubica a la altura del plexo solar. Aquí es donde se reúne, almacena y refina la energía vital para transformarse en energía espiritual.
El caldero superior se halla en medio de las cejas. Es aquí donde se reúne almacena y refina la energía espiritual para convertirse en vapor primordial del Tao.
Estos tres fogones, sin embargo, solo pueden ser activados indirectamente, a través de tres puertas que se encuentran en el canal Tu-mai. Tratar de acceder directamente a los calderos puede resultar peligroso.
Los tres portales
Cada tan-t’ien posee un portal de acceso como ya referimos. Estos portales se encuentran en el canal Tu-mai que a su vez recorre la columna vertebral.
La puerta inferior está situada entre los riñones. La puerta media está entre los omoplatos. Y la puerta superior en la zona donde columna y cráneo se unen.
La Píldora Dorada
La Píldora Dorada o Elixir Divino la constituye la unión de las energías Jing, Qi, y Shen luego de que han sido refinadas por el alquimista. En la alquimia equivale al vapor original del Tao. Es esta la energía que produce la salud y la longevidad. También es el combustible necesario para retornar al Tao.
El proceso de encendido
El proceso de encendido trata de la regulación que el alquimista hace desde el caldero inferior para templar y refinar las energías de los tres calderos. En este proceso de la alquimia interior taoísta, se utilizan dos tipos de respiración: Yin y Yang. La primera es suave y lenta, y tiene como función de maduración de la energía interior. La segunda es rápida y se utiliza para dirigir el fuego a los calderos medio y superior.
Inmersión de fuego en agua
En la alquimia el fuego está representado por el trigrama Li del I Ching, mientras que al agua la representa el trigrama Kun. En la transformación que lleva a cabo el alquimista la inmersión del fuego en el agua quiere decir que el fuego y el agua interiores interactúan para que la energía generativa se convierta en energía vital. O lo que es lo mismo, para convertir Jing en Qi.
Matrimonio del Tigre y el Dragón
Esta simbología de la alquimia se refiere a la unión de las energías Yin y Yang en el organismo. El dragón es la energía Yin y el tigre es la energía Yang.
La Rueda Hidráulica
Este símbolo se refiere a la órbita microcósmica que mueve la energía interna. En cuanto al proceso alquímico en sí, se refiere al movimiento de esta energía de forma intencional por parte del practicante. Esto se realiza a través de un ejercicio respiratorio que conduce dicha energía desde el meridiano Tu-mai, al meridiano Re-mai.
El meridiano Tu empieza en la base de la columna vertebral y termina en el paladar de la boca. El meridiano Re comienza donde termina Tu y desciende por la parte delantera del cuerpo, alcanzando al meridiano Tu en su comienzo.
El proceso de la alquimia interior
La alquimia interior taoísta comporta una serie de pasos que deben ser cumplidos en orden. Estos son: la construcción de los cimientos, transformación de la energía interna, y culminación del trabajo alquímico.
La construcción de los cimientos
En analogía con la construcción de un edificio, esta etapa de la alquimia consiste en la creación de las bases del proceso. Esto implica el fortalecimiento tanto interno como externo del alquimista.
Fortalecimiento externo
En esta parte del proceso se relajan los músculos, los ligamentos y los tendones. Se endereza la columna y se fortalecen las articulaciones. Esta parte del entrenamiento suele estar acompañada de ejercicios de Qi Gong.
Fortalecimiento interno
Esta etapa actúa sobre las funciones del organismo interno. Esto implica mejorar la circulación sanguínea y estimular el sistema nervioso de manera apropiada. Este estadio requiere también la purificación de la mente, para lo cual se emplean diversos tipos de meditación fundadas por el taoísmo.
Transformación de la energía interna
En esta parte del proceso de transformación, el alquimista se entrega a la depuración de la energía generativa. Para lo cual deberá recoger, depurar y transformar dicha energía.
En el cuerpo físico el trabajo se centra en el caldero inferior. En el plano metal se trata de disminuir al mínimo el deseo sexual. En ambos casos la materia energética usada es Jing, la cual se derrama en la actividad sexual, razón por la cual en este estadio se emplean a menudo técnicas de yoga sexual destinadas a reunir esta energía generativa y usarla para el proceso de transformación.
Culminación del trabajo alquímico
Aquí se enfoca el trabajo en depurar la energía espiritual para retornar al vacío. Nos encontramos ante el momento final de la gran obra: este que consiste en emprender el camino de regreso al Tao.
En el ámbito físico esta etapa se centra en el caldero superior situado entre los ojos. En el plano mental consiste en vaciar la mente de pensamientos, disolver la dualidad sujeto-objeto, figura-fondo y alcanzar un estado de vacío total.
La alquimia interior y su relación con la salud
Los principios fundamentales en que se basan las artes curativas de la Medicina Tradicional China, son precisamente los mismos de la alquimia interior. Los médicos chinos más capaces están muy atentos a las interacciones del Yin y Yang, así como al estado de las energías generativa, vital y espiritual, que son las que usa el alquimista.
De este modo, todas las enfermedades, no importa cuáles sean sus síntomas, se derivan en último término de un desequilibrio básico del Yin y del Yang y de las energías mencionadas. Del mismo modo, todas las terapias deben por tanto encaminarse a restablecer la natural armonía primordial entre esencia, vitalidad y espíritu, sin la cual el cuerpo no puede protegerse ni curarse.
Así, el comienzo del proceso alquímico en su inicio (la construcción de los cimientos) es sumamente benéfico para obtener una buena salud y garantizar la longevidad. Los resultados que se obtienen son similares, pero más rápidos, que los que se alcanzan siguiendo el método para alimentar la vida. Sin embargo los estadios posteriores entrañan peligro, tanto físico como mental, si no se llevan a cabo correctamente y bajo supervisión.
Advertencias al lector que se interese por la alquimia interior
La alquimia interior taoísta es el camino más peligroso de todos los que conducen a la unión con el origen. Los chinos tradicionales lo comparaban a escalar un acantilado mientras se hace malabares con fuego. Para seguir este camino es necesaria la presencia, guía y acompañamiento de un maestro experimentado. Teniendo en cuenta además que el proceso debe seguirse paso a paso sin saltarse ninguno.