El dimetil sulfóxido (DMSO), llamado también sulfóxido de dimetilo, es una sustancia inocua si se usa en las dosis apropiadas y del modo correcto. Se usa como disolvente (soluble en agua) en procesos industriales que necesitan descontaminar alguna parte de su proceso o mantener aséptico el producto final.
Aunque actualmente se conoce su uso terapéutico (existen varios miles de artículos que lo prueban), la FDA no permite su empleo sino en una patología muy específica: cistitis intersticial. En este artículo daremos cuenta del DMSO, qué es, para qué sirve, cuáles son sus contraindicaciones y todo lo que es necesario saber sobre esta sustancia orgánica.
El dimetilsulfóxido (DMSO): ¿qué es?
El DMSO (CH3SOCH3) es una sustancia orgánica que se obtiene como subproducto de la pulpa maderera cuando se busca hacer papel. Fue reportado por Saytzeff en el año de 1886. No obstante como solvente orgánico, se viene usando desde 1940 aproximadamente, y como criopreservante a partir de la década de los años 60 del siglo XX.
Está compuesto de oxígeno y azufre, y es un solvente que atraviesa rápidamente la epidermis sin dañarla y las membranas celulares, de allí su alto valor como vehículo de sus componentes (oxígeno y azufre) o de otras sustancias con las que se les asocie.
En su uso terapéutico, la forma más común es la tópica, sobre todo como linimento, para tratar desgarres musculares, torceduras, contusiones, así como para atenuar los efectos de la gota y la artritis. Pero también es usado con éxito de manera oral e intravenosa.
¿Para qué se usa el dimetilsulfóxido (DMSO)?
El único uso aprobado por la FDA es para la cistitis intersticial, que es una patología que afecta la vejiga urinaria, no obstante, como ya hemos anunciado, es usada en traumatología y en medicina deportiva como linimento.
Ahora bien, su uso terapéutico se ha extendido a una gama muy amplia de patologías, como el CIDA, cardiopatías, tratamiento de intoxicaciones por drogas, diabetes, cáncer, fibromialgia, y muchas otras patologías varias. Además, ha sido usado con eficacia como antibiótico, antiviral y antifúngico.
Pero observemos con mayor cuidado algunos de los usos más generalizados y que además han sido probados a través de experiencias de laboratorio.
El DMSO como diurético
La sustancia puede aumentar la cantidad de orina hasta en una proporción de 10 veces. Y como tiene una enorme capacidad para absorber el agua, actúa de forma muy potente como desinflamatorio. En este sentido se explica también su eficacia en el tratamiento de la esclerodermia (una afección autoinmune que afecta la piel) pues logra desinflamar las úlceras que causa esta patología.
El DMSO como inmunomodulador
Otro de los efectos comprobados de esta sustancia, es sus capacidad para aumentar la respuesta inmune. Y de hecho, el Dr. Alan Pesntronk de la Universidad de Jonh Hopkins de EE. UU. Han realizado experimentos en ratas que reportan una disminución de un 70 % de los anticuerpos que producen la Miastema gravis, una enfermedad autoinmune que impide a las células musculares responder a estímulos nerviosos.
Y así como con esta penosa enfermedad, existen estudios confiables que muestran el efecto que el DMSO tiene sobre el sistema inmunitario y su capacidad para que aumente su respuesta ante el ataque de las enfermedades auto-agresivas.
El DMSO y su acción en accidentes cerebrovasculares (ACV)
Si se administra momentos después de hacer sufrido un ACV, el DMSO actúa disolviendo los coágulos sanguíneos para restaurar la irrigación a escala del cerebro y evitar así complicaciones como la parálisis.
Dado que el DMSO es un gran absorbente de agua, al ingresar al organismo de un paciente que ha sufrido un ACV, descomprime el exceso de agua que suele acumularse luego de un accidente cerebrovascular.
El DMSO y su efecto sobre el Alzheimer y las patologías mentales
El DMSO ayuda a la madurez de las células cerebrales siendo compatibles con ellas, de este modo contribuye con la claridad mental. Por otra parte, al ser un oxigenante cerebral natural, establece una buena irrigación sanguínea y su consecuente bienestar en la salud mental.
Por otra parte, las últimas investigaciones sobre el Alzheimer, han mostrado que en el cerebro de los pacientes que presentan esta enfermedad, se observa la presencia de una sustancia conocida como beta-amiloide, que según parece es la causante de esta patología.
En este sentido, ciertos estudios muestran como los pacientes que han sido tratados con DMSO revelan, en tan solo tres meses, grandes mejorías en cuanto a la memoria, reducción de la sensación de desorientación tempo-espacial. Lo cual se atribuye al poder inhibitorio que el DSMO posee sobre esta sustancia.
El DMSO y otros efectos terapéuticos sobre el cerebro
El Dr. Maurice Albin de la Universidad de Texas EE.UU. informó sobre el efecto que tiene en DSMO como protector después de intervenciones quirúrgicas cerebrales, así como luego de sufrir traumatismos encefalocraneanos. Estos estudios fueron realizados en perros de laboratorio.
El médico infiere que el DMSO atrapa sustancias que son expulsadas por las células que han sufrido el traumatismo y de este modo se evita que dañen células vecinas.
El DMSO y la cura del cáncer
En el Instituto Tecnológico de Massachusetts se han realizado investigaciones sobre el cáncer y el efecto curativo que el dimetilsulfóxido tiene sobre este. Y en efecto, en ensayos de laboratorio se ha encontrado que el DMSO revierte las células cancerosas llevándolas a su estado inicial de normalidad.
Y aunque el ensayo científico no puede ser aplicado aún a la cura de esta patología, este proceso experimental mismo explica la forma en que se desarrolla y cura la enfermedad.
El DMSO y la diabetes
El dimetilsulfóxido es usado de manera efectiva en el tratamiento de diabetes en fases I y II. En diabetes I esta sustancia reduce significativamente el padecimiento de las neuropatías propias de esta enfermedad que terminan lamentablemente en amputación de miembros.
La razón de esto es que, si el DMSO es suministrado a tiempo, promueve la microcirculación sanguínea al dilatar los capilares y pequeños vasos sanguíneos. Si se acompaña de la dieta apropiada y de ejercicio físico, la diabetes ya no es una enfermedad incurable.
DMSO y su efecto en las patologías hepáticas y gastrointestinales
Todos los trastornos digestivos que han sido tratados con dimetilsulfóxido han remitido parcial o totalmente. En casos de úlcera péptica, por ejemplo, se han reportado mejorías con el uso del DMSO, pues este tiene la capacidad de penetrar en las biopelículas de estas ulceraciones, y de esta forma penetra en las células y al activar la circulación sanguínea desinflama la zona afectada y se sana.
En el caso de la cirrosis hepática sucede algo parecido. En este caso el dimetilsulfóxido interviene en las células del hígado que han sido dañadas por la cirrosis y las regenera.
DMSO y el tratamiento aprobado por la FDA: cistitis intersticial
Ya apuntamos que esta es la única patología para la cual la FDA ha dado la aprobación para el uso medicinal del dimetilsulfóxido. Esta enfermedad consiste en la inflamación de la mucosa de la vejiga interna que no es causada por infección.Y es que el dimetilsulfóxido o DMSO ha sido usado desde 1978 para tratar esta afección con un éxito que no ha sido alcanzado por ningún otro tratamiento.
Ahora bien, cabe la pregunta, ¿cómo es posible que una sustancia orgánica específica, un solvente, un subproducto del proceso industrial para la obtención de pulpa de papel, sea un remedio tan eficaz para tratar una variedad de enfermedades que en apariencia no poseen nada en común? Esto se debe a su manera de funcionar.
¿Cómo funciona el dimetilsulfóxido o DMSO?: la molécula hidrófila
Todos los procesos orgánicos en el cuerpo humano están mediados por el agua. Efectivamente, todos los órganos, membranas y enzimas dependen de una carga molecular de H2O. Y es en el encuentro del agua y el DMSO que se van a generar una serie de procesos a los cuales se debe su eficacia como remedio.
DMSO y H2O: la pareja electroestática
El dimetilsulfóxido y el agua poseen un poder de atracción mutua basado en procesos electroestáticos. De allí que esta pareja molecular produzcan continuas descargas eléctricas durante su interacción.
Este fenómeno hace cambiar la permeabilidad de las membranas, permitiendo al DMSO, o a las sustancias que vehicule, llegar directamente a los lugares del organismo en los que se hace necesaria la acción del medicamento: bien sea para atacar a un patógeno, bien para desinflamar la zona, etc.
DSMO y el incremento de la saturación de oxígeno
Otro efecto del dimetilsulfóxido es la capacidad de saturación de oxígeno en el organismo que posee. En este mismo sentido es igualmente apto para la captura de hidroxilo, que hace parte de la mayoría de los procesos metabólicos.
De este modo, el dimetilsulfóxido, como ya hemos mencionado, es apto para tratar afecciones cerebrales como el Alzheimer y algunos tipos de demencia causados por baja oxigenación cerebral.
¿Cómo ingerir el dimetilsulfóxido?
Existen varias formas de ingresar al organismo el DMSO. Desde la vía intravenosa, para lo cual se deberá consultar un médico especialista, hasta la vía oral y como linimento. En cualquiera de los casos que se elija para ingerirse, el uso del dimetilsulfóxido debe estar regulado por ciertas previsiones.
Las más importantes de estas son: almacenar el DMSO a temperatura ambiente. No permitir que la sustancia entre en contacto con material sintético, ni en el almacenamiento, medición ni aplicación. Si se va a usar como linimento debe antes limpiarse muy bien la zona de la piel en que va a ser aplicado. Si se observa irritación al aplicarse de manera tópica suspender su uso y consultar al médico.
Contraindicaciones del DMSO
La principal contraindicación es el embarazo y la lactancia: no deberá usarse de ninguna forma en estos casos. Según algunos estudios, el dimetilsulfóxido o DMSO altera los niveles de insulina en la sangre, de modo que si un paciente está medicado con insulina deberá llevar un control de los niveles de azúcar en sangre con su médico tratante. Por otra parte se debe estar seguro de no sufrir disfunciones renales ni hepáticas pues pudiera alterar estas funciones orgánicas.
DMSO: abriendo caminos de manera holística
El DMSO abre canales orgánicos a través de sus procesos de funcionamiento de manera armoniosa potenciando el desempeño de la función de las membranas y el sistema inmunológico.
Por otra parte, otros medicamentos pueden ser intensificados si se usa el DMSO como vehículo, como es el caso del MMS. En otro sentido, esta sustancia orgánica cuenta con miles de pruebas clínicas experimentales que avalan su uso y eficacia.
